miércoles, 5 de mayo de 2010

Fecha 17 vs. el Fortín

No me voy a cansar de decir que hoy River es contradictorio. La muestra está, a nivel capilar, en situaciones de partido: River estaba jugando en un nivel muy superior a Velez y no va que el pibito este, Ricki Álvarez, viene y la mete. Vega salió apurado, la defensa estaba mal parada, bla bla bla. O no. Eso es bien opinable, porque realmente la jugada es de un pase magnífico al hueco, que Álvarez aprovecha bien y Affranchino no llega a cerrar ni Vega a tapar. Y cuando las últimas gotas del primer tiempo se escapaban, una pausa de Ortega que pareció eterna, un pase magnífico al pecho de Ferrari que venía hecho una tromba, control y remate con zurda de sobrepique por debajo del cuerpo de Montoya que salía a tapar el tiro cruzado de derecha. Y River se fue a descansar aplaudido. Extrañamente es algo que pasa otra vez, aunque en esta ocasión no iba perdiendo sino empatando.
No voy a mentir: con Godoy Cruz pensé que no lo levantábamos, con Estudiantes ni quise esperanzarme con que había chances, con Velez B (hay que decirlo: por buenos que fueran, no eran los titulares) había una luz. Claro, para ganar un partido hay que meter goles, pero River se acercaba con peligrosidad al área de Montoya sin meterla. Y los goles que no metés en el otro arco...
Sin embargo, tanto va el cántaro a la fuente que lo hace pelota un enano. Fue el momento más emocionante, creo, para todo hincha de River de los últimos meses. Y entonces, todo lo improbable fue: Dieguito bajó un centro en el área y la metió contra el palo. Para aplaudir de pie.
River tuvo muy buen control de pelota y un aceptable trabajo de presión cuando no la tenía. Aunque con poca puntería, terminó varias jugadas (evitando contraataques) y tuvo sus puntos más altos en Ortega, Ferrari, Ferrero y Almeyda. Affranchino y Pereyra también jugaron muy bien corriendo y lastimando mucho por las bandas. Roguemos al dios del fútbol que este nivel no sólo se mantenga en lo que queda de campeonato sino que se incremente para el campeonato que viene.

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Ahora Ortega está en la selección, con su manual de buen fútbol desempolvado (como dijo don Ángel). Esperemos que siga jugando así. Igual quiero decir que no estoy en desacuerdo con la medida que tomó Astrada. Fue una situación complicada y el Burrito merecía un castigo, no es cuestión de andar cayéndole al Negro ahora porque no lo puso antes.
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Variedades:
-Messi hizo dos goles y está a tres de alcanzar el récord de 34 goles en liga que tiene Ronaldo.
-Se desmantelaron dos fábricas de humo, una en Avellaneda, la otra en Victoria. Los dirigentes están preocupados porque no saben qué hacer con la madera que sobra.
-Boca vendió Gaitán, el mejor jugador que apareció en la primera después de Tévez. Es cada vez más claro que, como dice un amigo mío, esa dirigencia hizo un curso acelerado con Alguilar y cia.

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